martes, diciembre 03, 2013

El Cambio de Siglas y de Escudo no es lo mismo que el cambio del Camino, en el fondo siempre recordaremos el club de la casa de pinos…




Cada uno sabe cuando llega su maestría, y es cuando se comienza a caminar, y te das cuenta de tu soledad ante tremendas decisiones que te ofrecen las bifurcaciones de la vida, pero ante ellas siempre consultarás a tus afectos cercanos diferentes puntos de vista, e inmediatamente el silencio invadirá tu rededor, la realidad pura, solo, nuevamente¡¡ Y decidirás, ¿sobre qué?, sobre que se construye y se ha construido la decisión a tomar ¿ante el pasado?, si, tal vez, montones de recuerdos, viajes imborrables, afectos compartidos, grandes enseñanzas, desilusiones y alegrías invaden tu mente, pero lo mas importante es que en ese mismo punto al pie de los dos caminos,  dirás ¡¡debe haber un futuro¡¡ y este debe ser la nueva meta, lleno de esperanzas, donde siempre las páginas nuevas tienen ese sabor de la intriga, pero con la confianza de haber elegido el buen libro.

Hoy he decidido honrar mi pasado, pero con vista al presente y al futuro en un gran camino a construir, con decisión, con firmeza y confianza, la confianza que me dieron los que cuando volteé a ver sobre mis espaldas allí estaban, la legión, esperando mi paso, y entendí que todo lo que tiene que suceder sucede, de golpe, todo junto y sin aviso.

Pedí señales? Si, las pedí, y me la dieron inmediatamente, pedí una segunda señal, y si¡¡ los grandes Kami del destino me volvieron a dar,  pedí ver las bajas, y me dijeron, serán solo los que alguna vez ayudaste...si… siempre sucede así… ¡no te aflijas, escuché..., ¡el trabajo es para ti, no para ellos¡¡¡ me dijo el Kami, el guardián más cercano, y fue entonces que no me afligí, me acordé de los que me señalaron que no lo hiciera, y me di cuenta que no pensaban en mi, sino en lo que perdían Ellos, y me decidí…. di el gran PASO… ahora… a Caminar y seguir construyendo hasta el final del camino… pero por el bien de mi legión…

OSSU
Feliz Navidad y próspero año Nuevo¡¡

Eiken Hamasaki

domingo, mayo 19, 2013

Viviendo la mística de Sierra de la Ventana


Ya no es ni será como aquellos cursos de karate en los años 60, pero este lugar reúne las condiciones para generar la mística de una aventura enriquecedora, para comprender los valores del espíritu como en las prácticas de aquellas épocas.

Fue por ello que decidí realizarlo en las antiguas instalaciones del predio casi oculto de la Asociación Cristiana de Jóvenes, envueltas por viejos cerros del terciario, que crean un micro clima envidiable de un pueblo maravilloso, lejos de los cómodos pisos de madera flotante y modernos de goma, que buscan los practicantes en estos nuevos tiempos.

Me permito narrarles además la gran foto de todo un complejo en donde mas fotos color sepia cuelgan de las paredes en su antiguo salón, recuerdos de un ayer, no tan lejano en su legado, mi atención en imágenes de Pancho y Rabito, dos perros Collies que han sabido ganarse el querer de antaño, mientras siguen presentes hoy sus sucesores de raza callejera, que  anónimos mueven sus colas manifestando su alegría corriendo delante de nuestras filas en entrenamiento, como anfitriones en los caminos de un pueblo silencioso.

La mágica imagen de la escalera de un inmenso jardín hacia el campo de Crópogo,  juego del que nunca oí hablar en mi vida, el viejo chalet antiguo cubierto en nieve que en algún invierno pasado cayera con la nitidez que otorgara una vieja máquina de foto de época.

Salir de aquel salón para que nos envuelva una gran arboleda de viejos pinos y sus misteriosos senderos, en laberintos que conducen a rincones de ensueño, los aromas que el aire transporta y embriagarnos en su diferente composición de plantas y flores, en extenso parque.

Mas allá… un puente colgante que al cruzar deja observar el serpentear del arrollo milenario, con sus dique en piedras naturales, y el arrullo de sus aguas cristalinas en natural Feng Shui.










 Pero quiero detenerme en lo que llamamos el Dojo.

Seis ventanas hechas en vieja madera ya hinchadas, y paredes limpias que apoyan sobre un viejo y gastado mosaico granítico, su techo en tinglado de viejas chapas acanaladas y su doble puerta crujiente en la mitad del espacio para invadir su ambiente. Nada más austero para desarrollar nuestra disciplina como monjes de antaño.

Temprano aquel ambiente bajo las reglas protocolares del karate Do, comenzamos nuestras prácticas purificadoras, buscando el contínuo sudor en nuestro cuerpo, demostrando estar vivos “aquí y ahora”.

Como contra partida entre lo antiguo y lo moderno, “el cielo y el fuego”, una Piscina! climatizada, y su chorro de agua cual jacuzzi, genera su demoníaca atracción a vencer entre los 1000 Ghiaku Zuki diarios a realizar…

Ellos limpian y entrenan en el dojo, esperan que el grupo se consolide, aprenden la convivencia, respetan, se forman, saludan, y comienza la intensidad de la práctica  sostenida, firme, sus cuerpos dilatan músculos y arterias, los movimientos rítmicos y amplios, la exhalación y el kiai, retumba en sus rincones llenando con regocijo el ambiente creado.

A fuera, a veces el sol, a veces la lluvia, y la sensación de que nada y todo importa, transpirar mientras consumimos tiempo es nuestra naturaleza.

El Seiza y el Dojo Kun cotidiano antes del descanso ganado.











“Mi Rincón” debajo de los árboles y a la orilla, dos reposeras en la pequeña playita del cristalino arrollo, el estar increíble, y con los sonidos de la naturaleza, allí, en quieta meditación, invita a las musas inspiradoras que aparecen y desaparecen, divertidas, para entretenerme en  querer atrapar las ideas reveladoras del ser… nuestras mentes se tornan mas amplias y nos dispone a toda la verdad de nuestra forma de ser, la magia de poder escribir este relato como testimonio, y crear la próxima clase.



Buscar en el jardín de pinos el que plantáramos el año anterior, y no reconocerlo, ver uno casi famélico y otro robusto y elegir el último por pícara conveniencia, pequeño auto engaño que no molesta a nadie… solo déjalo ser, decimos…. a este y al otro.



“El desafío”, “la Ventana”, llegar a la cumbre del cerro mas alto de la zona en tranquilo paso, con el cansancio acumulado por los días de entrenamiento,  “el camino de los Mirmidones” de  antaño, animando a los no acostumbrados a sentirse cabras, entre turistas retrazados, sentarnos en su hueco allí en la cima, sentir el silbido del viento al mirar la gran pradera de una inmensa región, entender que no debe ser posible que haya hambre en nuestra tierra.

La riesgosa bajada y el merecido descanso, pensando que además más karate nos espera para sumar conocimiento en el esfuerzo.






Los Almuerzos y las cenas de Camaradería, las tardes en la placentera agua climatizada,  reconfortante a nuestros músculos que alivia para estar listos para el próximo desafío.









El rincón del “Fogón”, su calor y su hipnotizante serpentear de llamas como en los comienzos de los tiempos, la alegría de compartir la noche estrellada y su fresca, los infaltables cuentos y las estrepitosas carcajadas en complicidad de todos.

Pero hay tristeza también, no solo alegría, y es en la partida… interminables abrazos… y todos a sus quehaceres cotidianos nuevamente… dejando atrás los momentos compartidos de darse animo los unos a los otros con la satisfacción de haberlo logrado, mi mirada sobre ellos con orgullo contenido, y con la esperanza de encontrarlos a todos nuevamente el año próximo con renovado espíritu, para seguir en esta maravillosa filosofía de ser…

Gracias por estar y amar lo que amamos!

OSS¡¡

Eiken Hamasaki 

domingo, marzo 03, 2013

Mi Último Refugio y el Camino con mi Maestro


Volví de la provincia a mi querida y nunca bien amada Buenos Aires, y vivía lejos de Samurai y mas lejos aun por mi economía estudiantil, así que intenté ir a Karate Club de Carlos Prina, e intenté verlo a Sergio Ulloa porque lo consideraba el mas técnico de todos los Argentinos…, pero nada de eso ocurrió, luego de un tiempo, comencé a trabajar un una empresa de renombrada marca japonesa, con dueños japoneses, muy afamada, me lleva mi primo Jorge, pues me daba tiempo para estudiar en aquella época, 1980.

Allí, con otro compañero de trabajo trato de incursionar antes que nada, en otra escuela de Karate, la del profesor Takeshi Miagui, después de ver una clase me pareció lo más tradicional después de Samurai.

El primer intento: el maestro no estaba y nos volvimos. El segundo intento, día sábado, lluvia torrencial, estábamos en moto y con Julio mi compañero nos quedamos en su casa viendo películas en Beta Max (toda una novedad para la época...)

El lunes siguiente en el trabajo ya había llevado nuevamente el bolso porque decidimos no fallar ese día nuevamente, la tercera es la vencida le dije…, pero algo ocurrió sorpresivamente…

El ascensor se abre y sale de el Sensei Inoue¡¡¡, lo veo pasar por delante de la oficina de administración, y va directo a hablar con el dueño de la empresa, Murase San.

-¿Lo viste?- me dice Julio.
-¡Si!- le respondo.
-Bueno espéralo cuando salga y háblale¡¡-

Nervios y escalofrío de timidez, habían pasado muchos años del último torneo Argentino, muchos de la última vez que fuera a Concordia.
Lo espero en el pasillo, y al verlo lo saludo -¡¡Oss Sensei¡¡-
Me mira, y trata de recordar...

-¡¡Que hace vos aquí?¡¡
-Trabajo aquí Sensei¡¡-
-¡¡Que bien¡¡ venga a practicar¡¡-
-¡Oss¡¡-
-¡Salgo a las 6, Sensei¡¡-
-ok, a las 7 espero¡-
-¡Oss¡ estaré allí¡¡¡-

Desde ese reencuentro toda mi vida se construyó, de casa al trabajo, y del trabajo a Samurai, y nuevamente a casa. Sentí como si una fuerza poderosa obstaculizara el camino que estaba por tomar, y lo enderezara hasta ese lugar, esa hora, ese día, ese instante ¡¡feliz¡¡ de encontrar el enlace nuevamente, de unir constelaciones de vida…. Además, con tanta exactitud, pues lo económico ya no era impedimento, tenia empleo¡¡.

Al llegar y entrar todas la caras voltearon hacia mi, con signo de interrogación, e inmediatamente comenzaron a probarme distintas graduaciones, ya era un competidor consumado, nada mas que fuera de estado, pero enseguida supe que estaba en SAMURAI, y su ambiente de gran fricción, donde los egos flotaban en su aire, fue así que tuve que exponer el mío, para obtener respeto, pero después de las contiendas siempre mi mayor cordialidad, el grupo era muy exclusivo, y su fama de pertenecer no era tarea fácil…, pero supe ganarme la confianza de mis compañero y construí las grandes amistades de hoy.

Han Pasado 33 años, desde que pisara aquel ambiente ideal…

¿lo pinté? SI, varias veces, los kohai escapaban porque sabían que les ocuparía otro fin de semana más¡¡. -¿de qué color?- ni Sensei lo sabría, en su sorpresa solo nos decía -¡¡me gusta¡¡- o -¡¡no me gusta!!- y a pintarlo otra vez.

Levante su piso, lo hicimos mas que flotante, pusimos gomas en sus tirantes con la ayuda de los kohais de aquella época, antirruidos, para que no se quejara Pericles, y otra semana santa en Samurai.

Pero más allá de eso, y mi espíritu en su nombre, como narrara un compañero de Uruguay, -Viví sus gritos a reunión,  múltiples kiai, kihon, y el kata que nunca hicimos, kumites, golpes, nombres, apellidos,  gestos; los tuyos y los míos, hacer la mejor técnica para que Sensei lo notara, la alegría de lograrla y su  reto por no hacerla, cansancio, olores, salivar por la ventana y el sonido  del Shinai en nuestras cabezas para corregir el repugnante hecho. -¡¡Danieee¡¡ makiwara¡¡- y nudillos sangrantes otra vez.

Espiar por el pasillo para saber si estaba, tertulia de vestuario y continuar transpirando pensando en decidir si podría aguantar otra clase más. Ir a entrenar en soledad…, subir la oscura escalera, empujar su vieja y crujiente puerta de hierro, con el temor de que tal vez el espíritu de Michihisa me recibiera, y el honor de portar su llave…

No tuve el tiempo de despedirme como corresponde, pero fue y será siempre en mi corazón “El ambiente Ideal de crecimiento interior de jóvenes que creímos en otra forma de vivir”

OSS!!
Samurai





Técnicas de Kizami Tsuki y Uraken. Maehamasaki Sensei e Instructor Rafael Peña
Explicación de algunos conceptos clave sobre el kata Basai Dai, a cargo de Maehamasaki Sensei, durante una práctica en Seiken Karate Dojo.
Reseña de "La curación interior"

¿Cómo hacer para evitar o anticipar las enfermedades?
¿Cómo curamos una enfermedad en curso?
¿Cómo aliviamos una enfermedad “incurable”?
¿Cómo ayudamos a todas las terapéuticas que nos aplican?

Pacientes y médicos hacen lo que pueden frente a síntomas, a menudo desconcertantes. Con frecuencia, se sienten inermes ante la enfermedad, pues desconocen el proceso que les permitiría activar los mecanismos de curación natural. ¿Cómo activar los cambios internos necesarios para lograr el equilibrio emocional y lograr, en consecuencia, la curación física? Ésa es la pregunta clave que estas páginas responden de forma metódica, accesible, sin hermetismos, códigos ni lenguaje cifrado.

El método se sostiene en pasos precisos que van de la acción a la razón y de la razón a la acción: el cómo es, capítulo tras capítulo, protagonista esencial para resolver el problema de la enfermedad en todas las instancias de nuestra vida.

Los procesos de “digestión” emocional son llaves que integran este método cuyos pasos permiten acceder a una expectativa más feliz, más sana en el sentido holístico de la palabra.

Desde todos los puntos de vista, la mejor curación es la que se realiza antes de que aparezcan las enfermedades: ésa es la premisa sustancial que fundamenta el presente volumen y que puede cambiar la vida de los lectores.
Reseña de El Liderazgo de Matsushita

Konosuke Matsushita, uno de los modelos más inspirados de todos los tiempos, se enfrentó a un período de aprendizaje que, a la edad de nueve años, exigía dieciséis horas diarias de dedicación, a todos los problemas que surgen cuando uno comienza a hacer negocios sin tener dinero ni contactos, a la Gran Depresión, al horror de la Segunda Guerra Mundial en Japón y a otras adversidades. Pero, a través de este libro fascinante e instructivo, John P. Kotter demuestra cómo, en vez de dejarse aplastar por el infortunio, Matsushita llegó a ser un empresario y dirigente de hombres de negocios, fundador de la empresa más grande de Japón: la Matsushita Electric Corporation, que factura 65 millones de dólares al año.

El liderazgo de Matsushita no es sólo una biografía. Es un conjunto de lecciones para carreras y corporaciones del siglo XXI, y es también una historia inspiradora y un manual autorizado, poderosamente significativo para las organizaciones y para aquellos que desean vivir una vida plena.
Reseña de Karate Do, Mi Camino

Karate Do, mi camino, fue el último libro de Funakoshi. Escrito un año antes de su muerte, contiene la esencia de su profundo conocimiento del Karate Do, destilada a través de una vida llena de interesantes acontecimientos. Llenan sus páginas enjundiosos relatos y anécdotas de sus ya legendarios maestros, su aprendizaje y experiencias en la práctica del “arte”, como gustaba llamarlo el maestro, así como la historia de los orígenes del mismo, su definición desde la isla de Okinawa hacia Japón y el comienzo de su expansión por el mundo, todo ello narrado con una humildad y buen humor proverbiales. Pero, tal vez, el más interesante aporte de este libro sea el acercamiento al día a día del hombre, para comprender así mejor, a través del espíritu que le animaba, el arte que sistematizó y al que puso nombre. Completan su autobiografía, sus prescripciones para la longevidad, así como sus famosas “seis reglas” para los estudiantes del Karate Do. Este libro es recomendable, no sólo a los practicantes de artes marciales, sino también a todos aquellos sinceramente interesados en el pensamiento y la cultura de Oriente.
Reseña de El Maestro de Go

Hacia 1938, el jugador de Go Shusai Honnimbo-, imbatible meijingodokoro, está próximo a morir. Es el Gran Maestro de la época, luego de él no habrá ningún otro jugador de tan alto grado. Los maestros, elegidos en el seno de familias nobles, deben integrar el torneo anual en donde compiten bajo la tutela del shogun. El tiempo de Shu-sai, el último de los Honnimbo-, estará medido por la partida con el joven maestro Otake, quien simboliza el tránsito ideal de la tradición a un mundo nuevo, diferente y aún indeterminado. Espectador de excepción de la contienda, Yasunari Kawabata asistió al interminable torneo, que duró casi medio año, con una extensa interrupción de tres meses a causa del agravamiento de Shu-sai. Derrotado definitivamente el 4 de diciembre de 1938, éste muere un año después. El Maestro de Go es la biografía ficticia de un hombre que va al encuentro de su destino con extraordinaria dignidad, una obra impar del Premio Nobel de Literatura 1968.
Reseña de ¡Ay, mis ancestros!

Vínculos transgeneracionales, secretos de familia, síndrome de aniversario, transmisión de traumatismos y práctica del genosociograma.

Anne Ancelin Schützenberger presenta en esta obra, a través de su análisis clínico y su práctica profesional de casi una veintena de años, una "terapia transgeneracional psicogenealógica contextual". En términos corrientes, esto significa que somos un eslabón en la cadena de las generaciones, y debemos a veces, curiosamente, "pagar las deudas" del pasado de nuestros ancestros. Se trata de una especie de "lealtad invisible" que nos impulsa a repetir, lo queramos o no, lo sepamos o no, situaciones agradables o acontecimientos dolorosos. Somos menos libres de lo que creemos, pero tenemos la posibilidad de reconquistar nuestra libertad y de salir del destino repetitivo de nuestra historia si comprendemos los lazos complejos que se han tejido en nuestra familia. Este libro apasionante con numerosos ejemplos se inscribe en las últimas investigaciones de la psicoterapia integrativa y pone particularmente en evidencia los lazos transgeneracionales, el síndrome de aniversario, el no-dicho secreto y su transformación en un "impensable devastador".
Reseña de Cuentos y tradiciones japoneses, Vol. IV, El Mundo del Samurai

Doctor en Historia del Arte y especialista en arte y cultura japonesa, Luis Caeiro es también narrador y articulista.
Esta tetralogia, recopilación de los relatos populares del Japón, abarca los distintos mundos naturales y sobrenatrales a los que se refieren los cuentos y las historias japonesas.
En este cuarto tomo Caeiro presenta textos relacionados con las tradiciones caballerescas y guerreras del Japón y con las artes marciales.
Reseña de Shibumi

Nicholai Hel nació en la China de la segunda guerra mundial, hijo de una aristócrata rusa convertida en prostituta de lujo y de un alemán de paso. Hel es un experto en artes marciales, naked-kill, espionaje internacional y otras áreas culturales. También es el asesino mejor pagado del mundo. Un asesino a sueldo que mantiene algunos principios como: no trabajar nunca para los USA y ayudar gratuitamente a organizaciones paramilitares que luchan contra la dictadura de Franco. Con ellos llegan a un acuerdo de colaboración a cambio de que le protejan de la CIA.La educación de Nicholai tiene una gran influencia japonesa y su secreto es su determinación de alcanzar una rara clase de pureza personal, un estado de perfección sin esfuerzo que se llama… shibumi.Vive retirado en una aislada fortaleza, en las montañas del País Vasco, junto con su espléndida concubina euroasiática. Cuando Hel se ve obligado a enfrentarse con su enemigo más siniestro y sórdido…

Autor: Trevanian, cuyo autentico nombre es Rodney William Whitaker, nació en Grandville, en el estado de Nueva York, el 12 de junio de 1931. Sirvió en la Marina durante la guerra de Corea de 1949 a 1953. Cursó un doctorado en Comunicaciones en la Northwestern University de Evanston, en Illinois. Cada vez más critico con la sociedad americana, con el tiempo Trevanian decide vivir entre el país vasco francés y el oeste de Inglaterra. Rodney Witaker murió el 14 de diciembre del 2005 en Inglaterra, a causa de varias enfermedades pulmonares.