martes, octubre 18, 2011

EL COMIENZO (3ra parte)

Le costó despertarse a Fernando… pero a dos Gritos míos todo el equipo estaba de pie, nos armamos de nuestro karategui y salimos hacia el estadio que se encontraba por suerte frente al hospedaje.

Entramos y vimos a los jueces todos con cara de sueño, de camisa blanca, y corbatas Rojas provistas por la caja de utensilios para torneos de la asociación, solo rogué que además adormecieran su sentimiento anti capitalino.

Los Shiai Jo debidamente marcados y me cruzo con Sensei… “¡¿y todo bien!? Donde andaban ayer?” pregunta. “¡En la ruta Sensei, se rompió el auto!” contesto. “¿a que hora llegaron?”, “a las 3hs mas o menos”, aumenté el horario para justificar si pasaba lo peor. “¡ah!” dijo El, “Entonces están bien despierto para ganar¡¡¡”; Otra vez la misma sensación de querer quedarme en el galpón escuchando el canturreo del mecánico –“¡¡OSS!!” solo atiné a decir.

Y comenzó el torneo, les dije al equipo que no paveen por la gradas, y se concentraran mirando las peleas y estudiando los movimientos de todos ya que seguramente alguno de ellos les tocaría confrontar. Esto lo aprendí del Sempai Canavessi, que siendo nuestro Capitán en el equipo de Samurai me hacía observar las peleas, cosa que no asumía con responsabilidad. Entendí allí porqué además esta observación fuera parte de su condición como Gran Campeón del Kumite.

Hoy me tocaba su posición en este equipo y les obligué a lo mismo pero con la diferencia que los obligué sin elección¡¡¡ ya que sabia que sentimientos como el mío de aquella época surgirían en sus cabezas de competidor de paseo, y para lograr asi una concentración mejor.

El Alto parlante sonó “¡¡¡Samurai¡¡ entregar lista de competidores¡¡¡¡” y se terminaron algunas cuestiones, para dar lugar a otras.

El primer encuentro lo armé para que Gerardo saliera primero ya que era el más experimentado de los Kiu, y dejé que Fernando peleara en tercer lugar ya que había dormido poco, no quise que tenga la presión del primer encuentro.

Gerardo me mira, le digo “¡ganá!” para que los demás salieran en mejor condición. “¡Ni un paso atrás!” fue la última arenga, y así lo hizo, saca su primer wasari con kisami Zuki, su técnica predilecta. Al rato le grito “¡taca taca!” y este me hace caso y saca el Ippon!!! Gran alegría, se prepara Tagawa, se acerca al shogai, saluda y Hajimé!!

Después de algunas escaramuzas típicas pero peligrosas le digo que me mire y le marco mi dedo pulgar, asienta con su cabeza, gira y arranca de golpe con un oi zuki electrizante y marca el wasari “¡¡bien!!!”, mi alegría y la suya por haber provocado la sorpresa, por las nubes nuestro espíritu, al rato en el atoshi baraku su contrincante se desespera y Mitsuru saca su Ippon de giaku Zuki chudan en técnica go no sen, “¡¡bien!!”, y la tranquilidad se iba adueñando de Mi.

De Gilbert es el turno ahora, y le grito “¡¡Vamos Fernando!!” para levantar su ánimo, al grito de “¡hajimé!” del árbitro principal, Fernado lo mide, mantiene y calcula su maai, y le hace un aplauso en frente de los ojos del rival e inmediatamente mete su mae gueri chudan y dan el ippon¡¡ Feliz de ver la técnica que desarrollaba nuestro Sensei Nakamura¡¡… un gran alivio me invadió ya que con la tercera pelea ganada, el primer paso del equipo se había concretado. Seguidamente el cuarto Kumite estaría a cargo de José, y le dije “¡muestra!!” ya que pelearía sin presión, y así fue, le mostré el pulgar hacia arriba solo para saber si hacia caso, “oss¡¡” fue su respuesta (la verdad no me importaba si lo hacia), y conecta el primer mawashi gueri jodan “¡wasari gueri!!”, el rival era débil, en un contraataque de giaku zuki gana por ippon¡¡ “¡Bien!!” fue mi grito y palmadas de alegría.

Con esta diferencia Juan sale con muchas ganas y conecta un giaku Zuki logrando el primer wasari, pero en un descuido por sentirse ganador el oponente le conecta un giaku suki jodan y le empata la palea, tan cerca del 5 a 0. Me paro de mi posición en Zeiza y le grito “¡¡taca taca!!”, ya que el era de extremidades largas, espera el momento y logra conectar okurí ashi kisami Zuki shodan, el oponente lleva su cara hacia atrás ¡¡Y el chudan giaku zuki del taca taca decreta el tori mas, lo ve el estadio, “Si Si Si!!” sale de mi garganta, y el ánimo de estar allí invade mi cuerpo, por la primera confrontación de un equipo impecable…

Tres Confrontaciones más siguieron, intensas y emotivas, pero con menor estrechez de 3-0; 4-1; y 3-1, y ya estábamos en Semi final, el descanso y esperar la tarde. Chequeé a mis hombres y noté que el más cansado era Fernando, me di cuenta que el viaje y el cansancio empezó a hacer efecto en su cuerpo.

Se acercan otros instructores y uno de ellos me pregunta que significaban mis señales con ciertas sonrisas… jaja, y les contesto “…es para darles ánimo”, “jaja”, me dicen, ya se habían dado cuenta todos.

Pero lo más importante, mostramos una corrección y actitud bien sentados al borde del Shiai Jo, digno del Dojo Samurai.

Continuará…

domingo, septiembre 11, 2011

El Viaje...

Nuestra partida fue programada para las 17hs. con la suposición que la Ciudad de Casilda se encuentra a 370 Km. de Buenos Aires, en la provincia de Santa Fe, es así que calculamos la llegada a las 21hs aproximadamente, encontrarnos con el resto del equipo y poder descansar y estar a las 8.30 hs en la puerta del club para el comienzo del torneo el día Sábado.-

Fernando y Yo nos acomodamos en el asiento junto con Santiago, el hijo menor de la familia que competiría en su Categoría de 10 años. Como el Falcon era un auto espacioso con sus dos asientos tipo living, Padre, Madre e Hijo mayor se acomodaron adelante, y así partimos.-

Mis nervios seguían haciendo su trabajo, comencé a hablar con Fernando y dale que te dale, hasta que me vi a mi mismo en el reflejo del espejo retrovisor, paré de hablar, me vi ridículo y que le estaba carcomiendo el cerebro al notar la cara de Fernando, harto de mi, su formación marcial ajustó que no me saltara al cuello y respetara a su Sempai, fue entonces que como mi mente no me dejaba tranquilo empecé a jugar con la formación del equipo, viendo como seria el orden de salida en el kumite. Para estar en la final por lo menos deberíamos pelear con 4 equipos como mínimo, amenizando con charlas de cualquier cosa con la familia, comentando las clases de nuestro Sensei, fui tratando que el viaje fuese ameno.-

A las dos horas de viaje mas o menos, escuchamos un ruido que a mi entender provenía del motor, muy extraño ruido….¡¡¡no no no no!!!….dije dentro de mi y la p...=%&@ª+, y con mi mejor cara de nada, ¡¿qué pasa Don Canta? pregunté con cara imperturbable como dando tranquilidad al caso.- ¡No sé! contestó Cantaluppi¡¡, para que me dijo eso, crucé los dedos y al toque ¡¡¡ allí hay una estación de servicio¡¡¡ dije fuerte y paramos a preguntar, seguí con los dedos cruzados mientras el le preguntaba al del surtidor, ¿tiene mecánica?.- “No!” le dijo, ¡¡que le dijo que no¡¡¡¡ y al rato vi que señalaba para el norte y escuché a 200 ¡¡.- ‘¡¿¿ 200 que??? Casilda no está a 200 metros ni en dope me dije, y lo vemos venir, y nos dice que a doscientos metros había un galpón mecánico, y para allí fuimos, no quieran saber, no quieran saber, solo miré a Fernando y este me dijo compungido …¡cagamos Sempai¡¡ hay que avisar a Sensei.- ¿a sí? ¿Dime cómo? respondí.- (1986).

En el taller nos atienden dos personas, uno gordo vestido como terminando el día y el otro con grasa hasta el caracú,…ahí nomás me hizo acordar al sketch de Olmedo, “io sonno il contratista, il lavoratore é lui ¡¡¡”, y así empezó la charla entre un mecánico y un conductor que no creía en lo que le estaba diciendo, nosotros expectantes, hasta que veo que llegan a un arreglo y le dice que lo ponga en la fosa, y veo que el gordo dice chau y se va, ¡¡quédate a ayudar, pensé¡¡ qué chau?¡¡, en un lapsus dije bueno, nosotros también chau, safé¡¡ no participamos porque se rompió el auto, y que Gerardo haga de capitán y que Vitori entre por Fernando y me olvido de todo esto…siii .¡¡¡¡ no no no¡¡¡¡ eran todas necedades que se me subían a la cabeza por la impotencia del momento.. no se cuanto pasó pero se que el tiempo pasaba y Santiago y Yo tirando piedritas de la zanja de la ruta, quien le pegaba a un palo donde en algún momento había un biguá parado, al rato luego de extraordinaria distracción, me acerco al mecánico y le digo .- ¿Y, cómo va? Eh? me contesta y entona ¡¡¡Nada ¡¡¡ohohohoh Nada personal¡¡¡ ha Soda Estéreo¡ le dije con una sonrisita y mi mente le decía “APURATE, la p..m q..l..p.¡¡ me fui al borde del camino y Fernando me encuentra saliendo del baño: ¿y Sempai?-…-“pregúntale a Soda”, respondí, y seguí pateando piedritas-.

¡A eso de las 24 escuché el sonido de arranque y el motor regulando mejor que antes, “guau¡¡” dije y el bueh, ya estça¡¡” a Casilda nomás¡¡…y me fui tarareando al auto mientras todos subían en el, ¡¡nada ho ho ho nada personal¡¡¡ cantábamos asi…

Llegamos como a la 1.00, más buscar el alojamiento y encontrarnos con el resto del Equipo, se hicieron las 2.00, ya después de comentar las peripecias al fin nos dormimos a las 3.00 y mi lamento … El torneo empezaba a las 8.30…

CONTINUARÁ…

sábado, septiembre 03, 2011

Un viejo guerrero aparece en mi Dojo… y reaviva los recuerdos

En Samurai, éramos 2 grupos de competencia, los formados y los en formación, se entiende? La elite de competencia entrenábamos duro temprano por las mañanas y por las noches, en horario especial, todos los días, y además nos juntábamos con los practicantes de horas normales y allí colaborábamos con la tarea de Sensei de formar a los jóvenes.


En aquella época practicaban 2 hermanos descendientes de Bolivianos, el mayor tenia un buen kumite y era dueño de un veloz kizami suki. Con espíritu aguerrido, de vez en cuando, luego de la práctica me quedaba con El para depurar técnicas o practicar kumite libre. Tibiamente su hermano menor y el menor de la familia, comienza a mostrar una gran capacidad técnica. Sensei advierte sus movimientos y lo prueba en las prácticas con el grupo de elite.

Gerardo y José Fonseca sus nombres.

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Entra en la escena del dojo un muchacho Japonés kendoka, que viniera a conocer y a trabajar en Argentina, en ese su primer año en el país rinde solo una vez y obtiene el 6to Kiu, su velocidad de Oi Zuki impresionaba, tal vez por la practica del Oi Men de kendo, además supo ganarse la amistad de nuestro grupo muy rápidamente, difícil tarea. Excelente amigo, recuerdo que en el Mundial de Japón de 1992, el ya estaba radicado de vuelta en su país y nos visita de improviso en nuestro hostel, con 2 galones de Sapporo que obviamente terminamos esa noche y mareados, a la mañana siguiente lo veo despertarse a la 4 de la madrugada mientras mis compañeros dormían y le pregunto: “¿qué haces?” y me contesta: “tengo que ir a trabajar¡¡”, y allí entendí el doble esfuerzo que hiciera para vernos.

Mitsuru Tagawa su nombre.

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Aparece en el Dojo un cinturón Verde joven, aproximadamente de 18 años, y no recuerdo cuándo habría tomado exámen, creo que era alumno del Instructor Alberto Nastri, alto, de extremidades fuertes y además ágil para su contextura física. En una práctica de kumite conmigo, yo lo apabullaba con técnicas aprovechando mi graduación y experiencia, mientras el trataba de conectarme técnicas varias. Entre técnica y técnica yo le hacia padecer mi Go No Sen, acertándole mis golpes en distintos puntos del cuerpo. Sensei detiene la contienda apareciendo detrás de mi: “Oss¡¡” dijimos ambos, y le da la siguiente instrucción: “¡deja de hacer esas cosas¡¡, solo hacé Giaku suki, apuntale y cada vez que se mueva hacé giaku zuki a fondo, cada vez que se mueva, y elige cuándo es amague o verdadero¡¡”.- “Oss¡¡” como respuesta; Ok pensé, ahora me dirá algo a mi, esperé mi instrucción, ¿¡¡? silencio, nada, ¿y yo? me pregunté, silencio, y reanudó la contienda: “Hajimé¡¡”. Sintiéndome defraudado por no recibir comentarios, el kumite cambió, sus brazos largos me empezaron a dar dificultades, cada incursión en su maai me encontraba con su técnica y mi Go No Sen dejó de funcionar, y en un error mío llegó su wazari, y mi orgullo destruido por un cinturón verde.

Juan Majorel su nombre.

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Es el hermano menor de un amigo y sempai entrañable, casi junto a mi seríamos los únicos en actividad dentro del Karate de aquel equipo de elite que comenté al principio de esta narración, que practicábamos de mañana y de tarde todos los días en Samurai.

Este, su hermano menor, era muy rápido con la técnica combinada de kizami y giaku suki, y además entrenaba con dos compañeros muy fuerte y fieles al dogma del Karate. Andrés y Mariano, y fueron ellos los que integraron a Juan. Ahora que recuerdo al ambiente de Samurai, era explosivo en acortar la distancia y muy educado en la rigidez del Karate, eso fue el lazo que nos unió, hoy alumno directo en mi Dojo.

Fernando Gilbert su nombre.

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Me es difícil hablar de esta persona ya que hoy no esta con nosotros, era un practicante infaltable, respetuoso de las normas del karate dentro y fuera del Dojo, pero para ser objetivo, en el kumite daba temor, su falta de control por su vehemencia espiritual, y no por mala intención. Una vez fuimos a un casamiento Junto Sensei, y recuerdo que el y yo viajábamos en el asiento trasero en el auto del maestro, y molestándolo continuamente durante el viaje por su pañuelo del bolsillo que no hacia juego con su corbata, y por sus anteojos hasta que no aguantó mas, y me dijo: “Bueno no inche más¡¡¡ Kohai impertinente¡¡”, jajá, hoy guardo un certificado de su curso de lesiones óseas que nos dictara en Samurai, ya siendo kinesiólogo, esta memoria por su valiente lucha por la vida, y mi orgullo de haber vivido momentos junto a esta formidable persona, mi recuerdo en esta narración.

Emilio Vittori su nombre.

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La reseña de estas personas se debe a que se realizaba el primer campeonato nacional de Kiu en Casilda, Pcia. de Santa Fe.

Sensei me nombra capitán del equipo representante de Samurai con los arriba mencionados.

En ese momento le dije: “¡yo Sensei?”, asustado y sorprendido. “Si¡¡” contestó El ... un “no¡¡” bajito y temeroso salió como resorte de mis labios en respuesta.

“¡¡¡QUÉ !!?? bramó. “¡¡OSS!” respondí y asumí la responsabilidad de sostener la imbatibilidad del Dojo Samurai.

De inmediato convoqué a las personas arriba mencionadas, y convenimos en no faltar a las prácticas del equipo bajo ninguna excusa, de esta manera practicábamos en hora convencional y nos quedábamos una hora mas, Sensei dirigía los Kumites y yo aprendía de sus indicaciones, ver lo mejor y lo peor de ellos.

Tratábamos siempre de no dar un paso atrás, y asegurar el maai.

En la última práctica nos reunimos y les di las últimas directivas inventando un código de señales para no hablar durante las peleas, ellos debían mirarme después de cada iame o en lo posible durante la contienda, por arriba del hombro de su adversario si la posición visual era favorable hacia mi, si yo le mostraba el pulgar arriba quería decir que debía resolverlo con la velocidad de una solo técnica y a fondo, si le mostraba 2 dedos en V, que debía combinar con velocidad dos técnicas, ejemplo, barrido y técnica o gueri waza y waza te, estas señas se confundía para los neófitos como que yo daba ánimo para arriba o la “V” se interpretaría como “Victoria¡¡”, además agregué que cuando gritara “¡taca taca¡” significaba la combinación seguida del Kizami Giakusuki, pero la recomendación más importante fue que debían estar bien sentado en la línea del shogai, y solo yo sería la persona que podía estar de pie y dar las indicaciones, no discutir fallos, y solo pensar en la estrategia de lucha que debían sostener cada uno, que esa imagen de nuestro comportamiento nos diferenciaría del resto de los equipos con el prestigio debido.


Fue así que partimos hacia el Torneo y nos dispusimos para el Viaje. A Fernando y a Mi por ser los mayores decidimos el viaje junto a la familia Cantalupi muy querida por mi, con la curiosidad de que toda la familia practicaba Karate por ese entonces, y además por la ventaja que nos daba los horarios por razones de trabajo, así partimos un viernes por la tarde luego de terminado el horario laboral.

Continuará…

lunes, julio 25, 2011

Con....Com…Con… Com…

Compromiso… todos llegamos a algún objetivo si tenemos compromiso, respetamos los horarios, volcado en la puntualidad, estudiamos y lo volcamos a la práctica, hacemos el trabajo que nos demandan, y logramos nuestro salario, de una u otra forma llegamos a la obtención de nuestros cinturones si mantenemos el compromiso en la practica diaria.

...Pero…Estamos convencidos?, ¿logramos el convencimiento de que estamos en el camino correcto?, -¡es verdad que una cosa lleva a la otra, pero no siempre en el sentir de las personas es así!, es como la disociación de la práctica en la clase misma, hay personas que solo trabajan el kumite, otros solo el Kata, otros vienen para saber si logran una autodefensa eficiente, otros por obtener salud, están comprometidos con su objetivo, pero…¿Convencidos de lo que hacen?

Convicción de que una vez que logre uno de los objetivos esta el otro a adoptar hasta obtener la convicción de ser un hombre del Budo?

El que está comprometido se pelea varias veces y muy rara vez pasa a mayores, pero el que está convencido amigos, sabe que defenderse solo es un camino de ida, salvará su vida si, pero otro perderá la suya, mas todo el percance que conlleva, para evitar no vivir en la cárcel, es por eso que nunca pelea.-

El que está comprometido llega a obtener su cinturón, el convencido ni siquiera se lo pregunta, es mas, ni se da cuenta que esta llegando…porque su búsqueda no tiene fin, obtener conocimiento es infinito…. es por esto que se debe observar que el compromiso es la llave para estados cortos… subir de colores de cinturón a cinturón… el que está convencido de que Karate es su camino… está comprometido con el infinito (hachi).

No está pendiente de las graduaciones, solo genera un movimiento con su cuerpo que lo realza como maestro- (practicar por la práctica misma, no porque se derrocha una cuota).-

Muestra la convicción de que se es un artista, como un bailarín clásico donde no hay graduaciones como meta, como el camino del actor, lo hace bien o mal, solo saben que lo hace bien los aplausos de sus pares en reconocimiento en la convicción con que tomó su carrera.-

El comprometido en este camino, cuando llega exige que lo llamen Sensei, necesita el reconocimiento del esfuerzo de su tedioso compromiso. El convencido se avergüenza de serlo, pescado por sorpresa en la naturalidad que se lo dicen.-

El Compromiso con el infinito es estar Convencido… si crees en El… transitas por El, es como creer en Dios, por compromiso solo vas a la iglesia los domingos… por convicción… vives en su continua iglesia sin importar donde estés… Oss¡¡¡

Eiken Hamasaki

lunes, abril 11, 2011

UCHI SOTO Y TATE MAE

Una vez en una fiesta de agasajo en mi juventud como karateka, había bebido mucho y en alegría por la reunión, cuando se disipa la tensión de la misma y nos relajamos luego que los invitados importantes partieran del lugar, me toca sentarme frente a mi Sensei que comenzaba a conversar y a transmitir los conceptos del karate que practicamos, en ese mismo instante caigo de bruces sobre la mesa golpeando mi frente sobre ella¡¡ pasfh¡¡ desparramando los canapés en cuestión producto de mi caída y embriaguez absoluta¡¡.-

Fue en ese momento que una violenta cachetada hace vibrar mi cabeza, embebida en mezcla etílica me incorporo, y veo una multitud de japoneses que parecía estar en el centro de Tokio¡¡¡ pero en el medio lo divisé a Kenichi con sus ojos cerrados también y a su lado Sensei bien sentados ambos, y su voz como trueno…_¡¡¡DANIEL¡¡¡.-¡Oss¡¡ respondo por reflejo._ y frotándome la cabeza pregunto qué pasó¡¡? En ese momento veo sus cejas levantadas con mirada fija en Mi y exclama con vos pausada, contínua y densa.--_.He tomado mas o igual que vos, crees que estoy en diferente estado?, estoy igual o peor,¡¡ pero siempre debemos estar derechos, muertos pero derechos.-

Inmediatamente me incorporé y luché contra mi estado y permanecí erguido luchando contra la gravedad en un constante vaivén sentado en la silla plástica y mis párpados tratando de engancharse en el cielo.-hasta que nos retiramos del lugar caminando en zigzag tal vez pero erguidos.-

Luego en una visita al Japón, vi a personas en los trenes en estado de ebriedad absoluta viajando parados agarrados de los caños, y me pregunté por qué no toman asiento si está todo el tren Vacío?

Hasta darme cuenta, era para no quedarse dormidos y pasarse de estación…la pelea interior ante la adversidad siempre.-

Cuando mi Padre estuvo internado mis hermanos y yo nos turnábamos para su cuidado (ocho meses en 2 hospitales), observé a mi madre que estoicamente sin faltar un día le llevaba el almuerzo y cena y lo limpiaba (mas allá del servicio de las eficientes enfermeras), a pesar de que sabíamos que era difícil su recuperación, cuando había una visita de parientes ella decía que El estaba bien.-

Cuando Ella partió finalmente a los 90 años, hizo un esfuerzo de vivir lo mas posible para acortar los días de soledad de mi hermano mayor que vivía con ella siempre preocupada que haría en su soledad (no se equivocó), en su mente siempre sintió que ella cuidaba de el y no viceversa, eligió la fecha para irse, fue en una conmemoración de la Copa Itaya como para que su hijo profesor de Karate no se olvidara de su partida.-

Hoy nuestra Madre Patria sufre el cataclismo de siempre, pero con más rigor como si se ensañara la tierra en su herida, y nuevamente en su gente prevalece el Uchi Soto y Tate Mae.-

El sentir del sacrificio es Uchi, cerrar el dolor, congoja, llanto y hasta a veces la excesiva alegría.-

Soto hacia fuera, correcto, derecho, prolijo, en el sentir sin histrionismos ni exageraciones, Tate Mae, erguido y enfrentando las adversidades y la verdad por vergonzosas que sea, como ahora, pues con la propagación de la radiactividad, no duden que ellos como ciudadanos comúnes sienten su vergüenza, por lo que no pueden dominar.-

Agradezco a todos los que de una y otra manera acompañan este momento a mi querido Japón, en las imágenes de dolor que se transmiten al mundo y sus comentarios sobre la integridad que demuestran los ciudadanos sobrevivientes de Fukushima al haber perdido todo en un segundo en el mayor terremoto del siglo y que aun no cesa, y fiel a su sentir “uchi soto y tate mae en la alegría y la tristeza”.

Eiken Hamasaki

Técnicas de Kizami Tsuki y Uraken. Maehamasaki Sensei e Instructor Rafael Peña
Explicación de algunos conceptos clave sobre el kata Basai Dai, a cargo de Maehamasaki Sensei, durante una práctica en Seiken Karate Dojo.
Reseña de "La curación interior"

¿Cómo hacer para evitar o anticipar las enfermedades?
¿Cómo curamos una enfermedad en curso?
¿Cómo aliviamos una enfermedad “incurable”?
¿Cómo ayudamos a todas las terapéuticas que nos aplican?

Pacientes y médicos hacen lo que pueden frente a síntomas, a menudo desconcertantes. Con frecuencia, se sienten inermes ante la enfermedad, pues desconocen el proceso que les permitiría activar los mecanismos de curación natural. ¿Cómo activar los cambios internos necesarios para lograr el equilibrio emocional y lograr, en consecuencia, la curación física? Ésa es la pregunta clave que estas páginas responden de forma metódica, accesible, sin hermetismos, códigos ni lenguaje cifrado.

El método se sostiene en pasos precisos que van de la acción a la razón y de la razón a la acción: el cómo es, capítulo tras capítulo, protagonista esencial para resolver el problema de la enfermedad en todas las instancias de nuestra vida.

Los procesos de “digestión” emocional son llaves que integran este método cuyos pasos permiten acceder a una expectativa más feliz, más sana en el sentido holístico de la palabra.

Desde todos los puntos de vista, la mejor curación es la que se realiza antes de que aparezcan las enfermedades: ésa es la premisa sustancial que fundamenta el presente volumen y que puede cambiar la vida de los lectores.
Reseña de El Liderazgo de Matsushita

Konosuke Matsushita, uno de los modelos más inspirados de todos los tiempos, se enfrentó a un período de aprendizaje que, a la edad de nueve años, exigía dieciséis horas diarias de dedicación, a todos los problemas que surgen cuando uno comienza a hacer negocios sin tener dinero ni contactos, a la Gran Depresión, al horror de la Segunda Guerra Mundial en Japón y a otras adversidades. Pero, a través de este libro fascinante e instructivo, John P. Kotter demuestra cómo, en vez de dejarse aplastar por el infortunio, Matsushita llegó a ser un empresario y dirigente de hombres de negocios, fundador de la empresa más grande de Japón: la Matsushita Electric Corporation, que factura 65 millones de dólares al año.

El liderazgo de Matsushita no es sólo una biografía. Es un conjunto de lecciones para carreras y corporaciones del siglo XXI, y es también una historia inspiradora y un manual autorizado, poderosamente significativo para las organizaciones y para aquellos que desean vivir una vida plena.
Reseña de Karate Do, Mi Camino

Karate Do, mi camino, fue el último libro de Funakoshi. Escrito un año antes de su muerte, contiene la esencia de su profundo conocimiento del Karate Do, destilada a través de una vida llena de interesantes acontecimientos. Llenan sus páginas enjundiosos relatos y anécdotas de sus ya legendarios maestros, su aprendizaje y experiencias en la práctica del “arte”, como gustaba llamarlo el maestro, así como la historia de los orígenes del mismo, su definición desde la isla de Okinawa hacia Japón y el comienzo de su expansión por el mundo, todo ello narrado con una humildad y buen humor proverbiales. Pero, tal vez, el más interesante aporte de este libro sea el acercamiento al día a día del hombre, para comprender así mejor, a través del espíritu que le animaba, el arte que sistematizó y al que puso nombre. Completan su autobiografía, sus prescripciones para la longevidad, así como sus famosas “seis reglas” para los estudiantes del Karate Do. Este libro es recomendable, no sólo a los practicantes de artes marciales, sino también a todos aquellos sinceramente interesados en el pensamiento y la cultura de Oriente.
Reseña de El Maestro de Go

Hacia 1938, el jugador de Go Shusai Honnimbo-, imbatible meijingodokoro, está próximo a morir. Es el Gran Maestro de la época, luego de él no habrá ningún otro jugador de tan alto grado. Los maestros, elegidos en el seno de familias nobles, deben integrar el torneo anual en donde compiten bajo la tutela del shogun. El tiempo de Shu-sai, el último de los Honnimbo-, estará medido por la partida con el joven maestro Otake, quien simboliza el tránsito ideal de la tradición a un mundo nuevo, diferente y aún indeterminado. Espectador de excepción de la contienda, Yasunari Kawabata asistió al interminable torneo, que duró casi medio año, con una extensa interrupción de tres meses a causa del agravamiento de Shu-sai. Derrotado definitivamente el 4 de diciembre de 1938, éste muere un año después. El Maestro de Go es la biografía ficticia de un hombre que va al encuentro de su destino con extraordinaria dignidad, una obra impar del Premio Nobel de Literatura 1968.
Reseña de ¡Ay, mis ancestros!

Vínculos transgeneracionales, secretos de familia, síndrome de aniversario, transmisión de traumatismos y práctica del genosociograma.

Anne Ancelin Schützenberger presenta en esta obra, a través de su análisis clínico y su práctica profesional de casi una veintena de años, una "terapia transgeneracional psicogenealógica contextual". En términos corrientes, esto significa que somos un eslabón en la cadena de las generaciones, y debemos a veces, curiosamente, "pagar las deudas" del pasado de nuestros ancestros. Se trata de una especie de "lealtad invisible" que nos impulsa a repetir, lo queramos o no, lo sepamos o no, situaciones agradables o acontecimientos dolorosos. Somos menos libres de lo que creemos, pero tenemos la posibilidad de reconquistar nuestra libertad y de salir del destino repetitivo de nuestra historia si comprendemos los lazos complejos que se han tejido en nuestra familia. Este libro apasionante con numerosos ejemplos se inscribe en las últimas investigaciones de la psicoterapia integrativa y pone particularmente en evidencia los lazos transgeneracionales, el síndrome de aniversario, el no-dicho secreto y su transformación en un "impensable devastador".
Reseña de Cuentos y tradiciones japoneses, Vol. IV, El Mundo del Samurai

Doctor en Historia del Arte y especialista en arte y cultura japonesa, Luis Caeiro es también narrador y articulista.
Esta tetralogia, recopilación de los relatos populares del Japón, abarca los distintos mundos naturales y sobrenatrales a los que se refieren los cuentos y las historias japonesas.
En este cuarto tomo Caeiro presenta textos relacionados con las tradiciones caballerescas y guerreras del Japón y con las artes marciales.
Reseña de Shibumi

Nicholai Hel nació en la China de la segunda guerra mundial, hijo de una aristócrata rusa convertida en prostituta de lujo y de un alemán de paso. Hel es un experto en artes marciales, naked-kill, espionaje internacional y otras áreas culturales. También es el asesino mejor pagado del mundo. Un asesino a sueldo que mantiene algunos principios como: no trabajar nunca para los USA y ayudar gratuitamente a organizaciones paramilitares que luchan contra la dictadura de Franco. Con ellos llegan a un acuerdo de colaboración a cambio de que le protejan de la CIA.La educación de Nicholai tiene una gran influencia japonesa y su secreto es su determinación de alcanzar una rara clase de pureza personal, un estado de perfección sin esfuerzo que se llama… shibumi.Vive retirado en una aislada fortaleza, en las montañas del País Vasco, junto con su espléndida concubina euroasiática. Cuando Hel se ve obligado a enfrentarse con su enemigo más siniestro y sórdido…

Autor: Trevanian, cuyo autentico nombre es Rodney William Whitaker, nació en Grandville, en el estado de Nueva York, el 12 de junio de 1931. Sirvió en la Marina durante la guerra de Corea de 1949 a 1953. Cursó un doctorado en Comunicaciones en la Northwestern University de Evanston, en Illinois. Cada vez más critico con la sociedad americana, con el tiempo Trevanian decide vivir entre el país vasco francés y el oeste de Inglaterra. Rodney Witaker murió el 14 de diciembre del 2005 en Inglaterra, a causa de varias enfermedades pulmonares.