Le costó despertarse a Fernando… pero a dos Gritos míos todo el equipo estaba de pie, nos armamos de nuestro karategui y salimos hacia el estadio que se encontraba por suerte frente al hospedaje.
Entramos y vimos a los jueces todos con cara de sueño, de camisa blanca, y corbatas Rojas provistas por la caja de utensilios para torneos de la asociación, solo rogué que además adormecieran su sentimiento anti capitalino.
Los Shiai Jo debidamente marcados y me cruzo con Sensei… “¡¿y todo bien!? Donde andaban ayer?” pregunta. “¡En la ruta Sensei, se rompió el auto!” contesto. “¿a que hora llegaron?”, “a las 3hs mas o menos”, aumenté el horario para justificar si pasaba lo peor. “¡ah!” dijo El, “Entonces están bien despierto para ganar¡¡¡”; Otra vez la misma sensación de querer quedarme en el galpón escuchando el canturreo del mecánico –“¡¡OSS!!” solo atiné a decir.
Y comenzó el torneo, les dije al equipo que no paveen por la gradas, y se concentraran mirando las peleas y estudiando los movimientos de todos ya que seguramente alguno de ellos les tocaría confrontar. Esto lo aprendí del Sempai Canavessi, que siendo nuestro Capitán en el equipo de Samurai me hacía observar las peleas, cosa que no asumía con responsabilidad. Entendí allí porqué además esta observación fuera parte de su condición como Gran Campeón del Kumite.
Hoy me tocaba su posición en este equipo y les obligué a lo mismo pero con la diferencia que los obligué sin elección¡¡¡ ya que sabia que sentimientos como el mío de aquella época surgirían en sus cabezas de competidor de paseo, y para lograr asi una concentración mejor.
El Alto parlante sonó “¡¡¡Samurai¡¡ entregar lista de competidores¡¡¡¡” y se terminaron algunas cuestiones, para dar lugar a otras.
El primer encuentro lo armé para que Gerardo saliera primero ya que era el más experimentado de los Kiu, y dejé que Fernando peleara en tercer lugar ya que había dormido poco, no quise que tenga la presión del primer encuentro.
Gerardo me mira, le digo “¡ganá!” para que los demás salieran en mejor condición. “¡Ni un paso atrás!” fue la última arenga, y así lo hizo, saca su primer wasari con kisami Zuki, su técnica predilecta. Al rato le grito “¡taca taca!” y este me hace caso y saca el Ippon!!! Gran alegría, se prepara Tagawa, se acerca al shogai, saluda y Hajimé!!
Después de algunas escaramuzas típicas pero peligrosas le digo que me mire y le marco mi dedo pulgar, asienta con su cabeza, gira y arranca de golpe con un oi zuki electrizante y marca el wasari “¡¡bien!!!”, mi alegría y la suya por haber provocado la sorpresa, por las nubes nuestro espíritu, al rato en el atoshi baraku su contrincante se desespera y Mitsuru saca su Ippon de giaku Zuki chudan en técnica go no sen, “¡¡bien!!”, y la tranquilidad se iba adueñando de Mi.
De Gilbert es el turno ahora, y le grito “¡¡Vamos Fernando!!” para levantar su ánimo, al grito de “¡hajimé!” del árbitro principal, Fernado lo mide, mantiene y calcula su maai, y le hace un aplauso en frente de los ojos del rival e inmediatamente mete su mae gueri chudan y dan el ippon¡¡ Feliz de ver la técnica que desarrollaba nuestro Sensei Nakamura¡¡… un gran alivio me invadió ya que con la tercera pelea ganada, el primer paso del equipo se había concretado. Seguidamente el cuarto Kumite estaría a cargo de José, y le dije “¡muestra!!” ya que pelearía sin presión, y así fue, le mostré el pulgar hacia arriba solo para saber si hacia caso, “oss¡¡” fue su respuesta (la verdad no me importaba si lo hacia), y conecta el primer mawashi gueri jodan “¡wasari gueri!!”, el rival era débil, en un contraataque de giaku zuki gana por ippon¡¡ “¡Bien!!” fue mi grito y palmadas de alegría.
Con esta diferencia Juan sale con muchas ganas y conecta un giaku Zuki logrando el primer wasari, pero en un descuido por sentirse ganador el oponente le conecta un giaku suki jodan y le empata la palea, tan cerca del
Tres Confrontaciones más siguieron, intensas y emotivas, pero con menor estrechez de 3-0; 4-1; y 3-1, y ya estábamos en Semi final, el descanso y esperar la tarde. Chequeé a mis hombres y noté que el más cansado era Fernando, me di cuenta que el viaje y el cansancio empezó a hacer efecto en su cuerpo.
Se acercan otros instructores y uno de ellos me pregunta que significaban mis señales con ciertas sonrisas… jaja, y les contesto “…es para darles ánimo”, “jaja”, me dicen, ya se habían dado cuenta todos.
Pero lo más importante, mostramos una corrección y actitud bien sentados al borde del Shiai Jo, digno del Dojo Samurai.
Continuará…